Declaración institucional con motivo de la conmemoración el 25 de noviembre del
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Consolidar
esfuerzos
El 20 de diciembre de 1993 la Asamblea General
de Naciones Unidas aprobó la declaración
sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el reconocimiento de
“la urgente necesidad de una aplicación universal a la mujer de los derechos y
principios relativos a la igualdad, seguridad, libertad, integridad y dignidad
de todos los seres humanos”.
Seis años después, la ONU, alarmada “por el hecho de que las mujeres no
disfrutaban de todos sus derechos humanos y sus libertades fundamentales y
preocupada por la persistente incapacidad para promover y proteger estos
derechos y libertades frente a la violencia contra la mujer”, declaró el 25 de
noviembre como ‘Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la
Mujer’.
Ante la próxima conmemoración de esta fecha, el
Gobierno de Canarias subraya una vez más su repulsa y condena ante la violencia
machista que lamentablemente persiste en la sociedad del siglo XXI y que tiene
sus raíces en las desigualdades estructurales de género que todavía existen en
nuestra sociedad. La violencia de género no es un problema privado, afecta a
diario a miles de mujeres y a sus hijos e hijas. Se trata de un problema que nos
compete a toda la sociedad, y debemos tomar conciencia y trabajar para
erradicarlo. La violencia machista supone un atentado permanente al derecho a
la vida, la seguridad, la libertad, la integridad física y psíquica, la
igualdad y la no discriminación. Y ante esta vulneración de derechos no podemos
mirar hacia otro lado. Tenemos que comprometernos más.
El Ejecutivo canario
destaca su firme compromiso para luchar contra cualquiera de las
manifestaciones de la violencia de género, tanto física, psíquica, sexual o
económica así como contra las formas emergentes de violencia machista a través
de las tecnologías. Cada vez son más las mujeres que sufren violencia a través
de Internet y de la telefonía móvil; ciberacoso y hostigamiento continuo que
atenta contra los derechos, la libertad y la dignidad de las mujeres.
Un hecho muy inquietante es
la extensión de la violencia de género entre la población de jóvenes y adolescentes
quienes repiten conductas machistas, sexistas y misóginas, sobre todo a través
de las nuevas tecnologías. Actitudes estas con las que corre el peligro de
perpetuar modelos de relación afectiva basados en la desigualdad, el poder y el
control, lo que constituye el caldo de cultivo de la violencia machista.
La sensibilización y concienciación entre los y las
jóvenes son imprescindibles para conseguir avances para la erradicación de la
violencia machista. Se hace por tanto fundamental educar en valores de igualdad
para acabar con esta lacra. Debemos desterrar
desde temprana edad estereotipos y roles en función del sexo y rechazar
toda forma de discriminación hacia las mujeres.
Es absolutamente necesario
consolidar esfuerzos para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres,
una realidad que viven muchas mujeres y sus hijos e hijas y que supone una
violación de los derechos humanos fundamentales y constituye la manifestación
más extrema de la desigualdad entre mujeres y hombres. Desde el año 2000, un
total de 79 mujeres han sido asesinadas en Canarias. Desde el principio del año
en curso se han producido en las islas tres asesinatos machistas que han
costado la vida a dos mujeres y un menor.
La
labor de las instituciones y las medidas legislativas para luchar contra esta
lacra son totalmente necesarias, pero no se conseguirá eliminar la violencia
machista sin la total implicación de la ciudadanía en su conjunto para generar las condiciones que
permitan a las mujeres vivir con bienestar, igualdad y sin violencia. Solo se conseguirá una sociedad plenamente
igualitaria cuando se logre erradicar las distintas manifestaciones de la
violencia de género.
Hay que generar actitudes
de rechazo social hacia la violencia contra la mujer, un fenómeno que no se limita
a una edad, a una clase social o a un determinado nivel de formación. Tampoco a
una cultura, religión o territorio específico. Es una terrible realidad que nos
afecta a todos y todas, ante la que no podemos tener una actitud pasiva.
Debemos alzar la voz contra
los agresores y atender y apoyar a las víctimas; mujeres y menores que a diario
viven esta violencia. Tenemos que transmitir seguridad y confianza a las
mujeres, que acudan a los recursos especializados existentes en Canarias, que
sepan que no están solas. Y debemos tener tolerancia cero también con los
discursos sexistas y machistas que pueden quebrantar de un plumazo el trabajo
contra la violencia de género y la lucha por la plena igualdad de las mujeres
Con el esfuerzo, la
perseverancia y el compromiso de todos y todas lograremos una sociedad libre de
violencia de género.
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