Las desigualdades de género afectan a todas las mujeres en
el mundo por el hecho de ser mujeres, en muchos países del mundo nacer niña es
un riesgo desde el momento de nacer e incluso antes. Hablamos de feminización
de la pobreza, de violencia de género, de discriminación salarial, mutilación
genital femenina, feminicidios, matrimonios forzados, asesinatos por honor,
prostitución y trata de mujeres con fines explotación sexual … y un largo
etcétera. En ninguna parte del mundo las mujeres acceden a los recursos en la
misma medida que los hombres, mientras que sí asumen toda la carga del trabajo
doméstico familiar no remunerado, por lo que no pueden competir en igualdad de
condiciones que sus compañeros varones.
La globalización ha convertido el planeta en un espacio en
el que se mueve libremente el
capital, las personas (o por lo menos algunas personas) y las
mercancías. La globalización económica neoliberal ha llevado aparejada un
incremento del individualismo, la competencia y una cierta tolerancia a las
desigualdades, como si fueran algo “natural” y por tanto, un axioma
inmodificable.
Por suerte, el trabajo que realizan organizaciones como la
Fundación Vicente Ferrer, nos muestran que la globalización también puede y
debe estar marcada por la solidaridad y la justicia social. Desde Anantapur a Canarias el trabajo de la Fundación Vicente Ferrer nos muestra que trabajar
por la igualdad de género, por la igualdad de derechos, de oportunidades y de
resultados supone apostar por construir una auténtica fuerza transformadora.
Una transformación protagonizada por la fuerza y el coraje de muchas mujeres
que día a día “cambian su destino”.
No se puede construir ningún proyecto colectivo de
transformación social si no se tiene en cuenta a las mujeres. Empoderar a las
mujeres es el primer paso para la transformación social. Cuando las mujeres
emprenden, construyen, crean y avanzan, lo hace también todo su entorno
familiar y lo hace también la comunidad. Podemos y debemos transformar la sociedad para que sea más justa y equitativa para mujeres y hombres, en el Norte y en el Sur, y así nos lo demuestran cada día mujeres en todo el mundo que trabajan para cambiar su destino y el de sus comunidades.
Me gustan mucho las publicaciones que haceis y comparto totalmente vuestra visión, las mujeres siempre han debido tener la oportunidad de reivindicar sus derechos y obtener la misma formación
ResponderEliminarque han tenido muchos hombres. Seguid así
El destino de todas pasa por un futuro seguro no? entonces porqué no empezamos a darle más importancia al plr? Podríamos empezar por ejemplo haciendo un curso basico prevencion riesgos laborales
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